RADIO CUYUM - ENTREVISTA


CHARLA OFRECIDA POR RADIO CUYUM - 27/4/2019
Resumen de la grabación
Juan Pablo Gayá, co-fundador de  Radio Cuyum, que este año (2019) cumple 29 años, cuenta  sobre el origen de la emisora comunitaria popular. Se inició en los años 80. Eran un grupo de adolescentes y jóvenes de la Acción Católica que sintieron la necesidad de ir a la acción y no quedarse solo en el encuentro religioso.


El grupo se reunía en una Villa que ahora es el Barrio Tres Estrellas. La lectura de un libro sobre radiofonía les transmitió el entusiasmo por el proyecto de lanzar la radio. Antes de poner en práctica el proyecto, durante dos años se dedicaron a hacer talleres de Comunicación Popular en los barrios para conversar sobre el papel de las grandes Agencias de noticias y su reproducción en las emisoras locales. En el año 1990 comenzaron a buscar  apoyo económico e institucional. El contacto Con el Padre Contreras, con quien se hizo un vínculo muy fuerte durante toda su vida, determinó que la radio se instalara en el Barrio La Gloria, pues Jorge (así lo referencia al sacerdote) fue el único que les ofreció apoyo entre todas las puertas que tocaron para obtener alguna ayuda en el emprendimiento, y  Jorge ya iba a instalarse para vivir en ese Barrio. Aunque el origen era eclesial y el nacimiento de la radio vino de la mano de un sacerdote, desde el principio el grupo decidió que no sería una radio eclesial. Se inició como una radio ilegal, no estaba autorizada, por lo tanto, al principio salían al aire los fines de semana y los feriados, cuando no había inspección. Cada fin de semana, trasladaban los equipos desde un lugar a otro. Así comenzó la radio, con muchísima participación de la gente porque era una novedad, y bajo dos pautas fundamentales: que no fuera una radio eclesial, cosa que Jorge compartió desde el primer momento y que la manejara la gente de los barrios con su participación. Durante los 90 y hasta el 2007-2008, la radio se sostuvo con el aporte de los participantes. Después hubo cambios con la sanción de la Ley de Medios. Ellos participaron en el debate de dicha Ley a través de FARCO. Desde el 2004 emitían todos los días, tenían alguna publicidad, pero ninguna pauta oficial, por supuesto.
Decidieron convocar a un grupo de músicos que hicieron un Recital para recaudar dinero. Lxs artistas actuaron gratuitamente. Con el dinero obtenido, que fue mucho, compraron la Casa donde funciona en el Barrio La Gloria. Hoy el proyecto cuenta con 9 compañerxs que ya cobran algún dinero.
Se presentaron en la Legislatura para conversar sobre el problema de la “pauta”. Solo un legislador del FIT los escuchó y sugirió presentar un proyecto que jamás se trató. La cuestión de la pauta es algo que está difuso en el presupuesto, pero son millones de pesos que se entregan a los Medios. La prensa de la gobernación sabe cuál es el monto y cómo se distribuye, pero nadie dice nada al respecto. La diferencia entre los montos que se entregan, por ej al multimedia Uno y a ellos, es abismal. La procedencia de los mínimos recursos monetarios que reciben es: algo de la Municipalidad, algo del Senado y algunos otros, como algunas publicidades. Aunque la Ley de Medios los ampara, nunca salió se legisló acerca de distribución de pauta. Con la pauta del Estado, los medios hegemónicos compran voluntades. El grupo que sostiene el proyecto y que se propone hacer todo lo que se pueda para sostenerlo aporta una cuota mínima, como para pagar los impuestos y lo que sea necesario para que la Radio no quiebre, y pueda seguir saliendo al aire.
Practican la comunicación directa  con los vecinos que se hace bajo la premisa siguiente: “La comunicación es constitutiva del ser humano”, en consecuencia la comunicación es para y de todxs, respetándose los modos de expresión propios de los participantes. Cualquier vecinx que quiera hacer un programa, se le abre el espacio. Ellos tratan de hacer acompañamiento, capacitación. Es decir, la participación no se limita al diálogo,  sino también haciendo la radio. La cuestión de la participación ha ido cambiando y sigue cambiando desde los 90 hasta la fecha. Van cambiando los interlocutores y la forma. Entre los 60 y los 90, la participación era mucho más fuerte. Hoy, desde los 90 y pico y 2000 y pico, la “participación es un desafío”. Conservan la autonomía, pero el protagonismo se fue minando desde los 90. Las Organizaciones, las Uniones Vecinales prácticamente no existen. Prevalece el individualismo. El discurso de Fukuyama sobre el fin de la historia, que resultaba inaceptable, hoy parece que se convierte en una realidad; “el otro es mi enemigo”. “Y el otro es mi enemigo no solo porque me va a asaltar, sino porque me disputa recursos. En una sociedad que se va empobreciendo, el otro siempre es una amenaza”. Esto es un “veneno” para cualquier intento de organización horizontal, de vecinos y sus pares.  Siempre la “disputa pragmática por el recurso”. Se desconfía del grupo de los más viejos, entre los que él (Pablo) se encuentra, sospechando que reciben dinero por su trabajo en la radio, o que reciben algún beneficio y eso nunca es así. Esto “se ha instalado culturalmente”. Hoy, grupos como los de nuestro Foro, es “algo cada vez más raro”. “En los Medios, los pobres siempre son relatados (desde la sociología, desde la psicología, desde el plan nutricionista, etc.) como si no fueran sujetos. Son objeto de la política social, de la lástima o  de la condena, etc. Radio Cuyum pretende que se reconozca al sujeto pobre que “tiene que relatar su historia, con todas  sus contradicciones”. Y que su voz tenga la posibilidad de ser escuchada por todxs. Si un pibe tiene un comportamiento agresivo o es delincuente y cuenta su historia, puede ser comprendido.
 Al desaparecer las Organizaciones, el Estado es el que ocupa el espacio en los Centros de Salud, en las Escuelas. Estas instituciones han pasado a ser lo que antes eran Centros de jubilados, Uniones Vecinales, canchita del barrio, etc. Las maestras se ven obligadas a cumplir los roles que antes ocupaban otrxs miembros de la comunidad. Las Escuelas y los Centros de salud son los ámbitos donde se puede motorizar alguna acción, dependiendo de la voluntad de lxs empleadxs, porque  el Estado ocupa el espacio, pero con escasa presencia. La Radio trabaja con estas instituciones y con algún Centro de Jubilados que continúa en actividad por el PAMI, pero siempre tienen que resolver cómo obtener recursos. Con los sindicatos han tenido experiencias diferentes. La mayoría de los sindicatos no está dispuesta a articular con la radio. Recibieron apoyo de ATE cuando estaba Raquel al frente. La radio se encarga de difundir los servicios que el Municipio debe atender y comunica cuando esos servicios se cumplen, aunque no reciba nada en calidad de pauta. Se hace difusión, sea del signo político que sea, quien esté en el gobierno. Lo que no hacen es propaganda política.
La acción estatal es deficiente respecto del cuidado del espacio. Tienen interferencias de los medios hegemónicos que desplazan ilegítimamente las transmisiones de las radios populares. Por ejemplo, si una de estas está en la frecuencia 89.1, el Multimedia Uno, que tiene una inversión económico- tecnológica de grandísimas proporciones,  instala un transmisor el 89.6, para que se escuche con nitidez; y así “barre” al anterior. Ese es un límite económico y tecnológico imposible de zanjar. Y en esto las políticas de Estado son muy deficitarias. Con la sanción de la Ley de Medios, se cometió el error de no seguir los pasos necesarios para obtener Licencia. Radio Cuyum funciona sin Licencia. Las frecuencias en el ámbito urbano se convierten en una jungla. Resulta muy difícil lograr los objetivos que tienen que ver con la construcción de sentido. La Ley de Medios resultó insuficiente, no hubo determinación del Estado para regular esta situación.
La ley de medios facilita la concentración y la ausencia de producción. La producción propia local es una exigencia que las radios tienen que cumplir. Radio Cuyum  cumple; por ejemplo con la música mendocina, sigue lo dispuesto por la ley de medios. Tienen salida por internet, youtube, blog, y otra página donde participan varias radios comunitarias. Son 10  radios comunitarias en Mendoza. Articulan con otras radios comunitarias y transmiten como colectivo. Ejs: algunas noticias, manifestaciones, marchas, pero eso implica inversión económica y los recursos no están, o están pero con muchas limitaciones.
En las condiciones actuales, Cuyum se plantea qué puede hacer para sostener el proyecto, para que germine más adelante, pensando en los frutos de la acción para el futuro. La acción solidaria se da con otras radios comunitarias y algunas organizaciones sociales, pero con otras no han podido coordinar acciones. Le propusieron a un gremio construir conjuntamente, y no pudieron; pues el sentido común opera en todos los ámbitos. Culturalmente los medios también están condicionados por el mismo sentido común, que asigna un lugar de privilegio a la imagen estética. Los políticos, sean del partido o sector político que sea,  nunca van cuando los invitan salvo algunas excepciones como Noelia Barbeito, del FIT.
 La Radio informa y denuncia todo lo que pasa en el barrio, pero no reciben respuesta. No hay voluntad política de resolver el problema.
Se hizo una encuesta en el 2015,”Audiencia y consumos culturales”.  El 54% escucha a Cuyum (un 30% comparte la escucha con otras emisoras) entre 1600 encuestados aproximadamente.
Se promueve la integración comunitaria, vinculándose con Centros de Capacitación, a través de Radio abierta, esto es, un conjunto de acciones que se llevan a cabo el Día de la mujer, el 10 de diciembre, día de los DDHH.  Hacen regularmente transmisiones afuera; por ejemplo desde la biblioteca San Martin, desde el ex D2. La concepción es ir también donde está la gente, como hecho político. Y en el barrio hacer un programa desde una escuela, o en la plaza, o en otro barrio. En cuanto a los participantes, tratan de que los protagonistas del lugar estén, participen. Si es un centro de salud, encontrarse con los médicos, los pacientes, etc., procurando que estén todas las voces. Si el intendente decide  hacer algo en el barrio, Cuyum escucha al Intendente, pero después pregunta a los vecinos si al barrio realmente le conviene, lo dispuesto por la comuna.
Se intenta recuperar también las fechas que son determinantes en el mismo barrio, la experiencia vivida por sus habitantes. Hay algunas fechas claves que Radio Cuyum busca instalar políticamente en el barrio, como es la fecha del 24 de marzo, porque el barrio la Gloria, es hijo del 24 de marzo. Tiene un diseño decidido por el gobierno militar, se construyó  con mentalidad milica, carcelaria. Totalmente aislado, la gente tenía que caminar bastante para llegar a una parada de micro, pues aún ni siquiera existía el acceso sur. Los pasillos que se planificaron en el lugar de las calles interiores, no fue casual. Era el espacio que facilitaba la persecución y captura del delincuente. El Barrio se hizo para sacar la gente que habitaba el lugar donde se construyó el Estadio y ocultar los “negros”.
Respecto de la democracia formal, representativa,  que les parece insuficiente, ellos convocan por ejemplo,  a un concejal, y lo interpelan acerca de alguna solicitud o queja barrial.
Lo que se ha perdido son las organizaciones sociales de los pares vecinales, y lo que en la actualidad junta a los vecinos,  son necesidades pragmáticas, no sienten la necesidad  de acercarse a organizaciones sociales populares que tienen una estructura política aunque no sea partidaria. Y a eso se aspira en la radio. Pero los vecinos, si se unen es para pedirle “un favor” a determinado representante político. Nos encontramos con “esa degradación del derecho”. Entonces contactan al que puede hacerles “el favor”.
Hace unos años forjaron un proyecto barrial: venta de salsa.  Comenzaron  desde una de las etapas de la cadena productiva. Hoy tienen una huerta orgánica comunitaria, de donde procede el tomate con el que se produce y se comercializa la salsa. En la actualidad, los vecinos no solo no tienen terreno para hacer una huerta, sino que tampoco tienen tiempo para hacerlo.
La radio, si se quiere,  es un espacio de participación democrática directa. El vecino o la vecina que quiere acercarse, no tiene trabas. La limitación es que Cuyum es un Medio y como tal tiene condicionantes. En esta democracia insuficiente, nos conformamos con ir a votar cada cuatro años;  no hay un espacio ni siquiera para reclamar algo al representante elegido.  
Pero este país tiene también la característica de, por mencionar algo positivo, “estando en la lona”, levantarse para reconstruir. Aunque hay que agregar que “no tenemos agenda propia” “no tenemos proyecto”, “corremos tras la noticia” y se actúa en función de la última.  

.