"Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan",
decía una frase del manifiesto liminar de la Reforma Universitaria, un 21/06/1918. Los reformistas afirmaban que la estructura universitaria era un "régimen anacrónico, regido por el derecho divino, autoritario y baluarte de absurda tiranía que servía para proteger la falsa dignidad y la falsa competencia". Frente a esas características retrógradas un inmenso estallido estudiantil produjo un gran cambio en la estructura de nuestra primera universidad, 1622 por los jesuitas en la provincia del Cordobazo.
Aquella subversión estudiantil, porque subvirtió lo existente, hizo explotar sus cimientos reorganizando a partir de la Reforma una universidad más democrática, que estableció elección y un gobierno con participación de sus claustros, una universidad más independiente porque rompió con la dominación de la iglesia y estableció la libertad de cátedra. Se inició un nuevo tipo de Universidad, la primera en Latinoamérica cuya característica principal fue la autonomía universitaria (1919).
La reforma sucedió durante la presidencia del primer gobierno populista en la Argentina del siglo 20, de Hipólito Irigoyen. Aquel radical que apoyó y alentó esa transformación, fue el mismo que garantizo más derechos para los argentinos, por ejemplo también el voto universal secreto y obligatorio, entre otros. Hoy otro radical, "el emperador" Morales, gobernador de la provincia de Jujuy, pretende volver atrás el tiempo a más de un siglo desconociendo la Autonomía Universitaria, mandando su policía para reprimir y detener estudiantes y profesores. Una diferencia con aquel 1918, es que a esa universidad arcaica la sustentaba el poder eclesiástico y hoy a Morales lo banca el poder económico monopólico de Blaquier, acusado de genocidio durante la última dictadura militar, civil y eclesiástica.
A poco de asumir su gobierno, Morales manda a detener a Milagros Sala, gesto que caracteriza su mandato al mejor estilo de "patrón de estancia", con reglas feudales que restringe y niega derechos conquistados a lo largo del siglo XX, pretendiendo que el pueblo SOLO trabaje, SOLO estudie o SOLO descanse, SIN cuestionar NI ofender NI apartarse del poder instituido.
Pero ese nuevo feudo no solo necesita valores retrógrados, también necesita una economía que lo sustente, por esto no duda en usurpar tierras de pueblos originarios para la explotación del litio y la plantación de cannabis, para beneficio de empresas extranjeras y familiares. Como esta política podría ser rechazada por el pueblo, que ya tiene malos salarios, educación y salud deficiente, para prevenir desbordes inventa una nueva constitución provincial que prohíbe el derecho a la protesta, tipificándola como delito de sedición, castigando con la cárcel a todas las personas que reclamen.
Defender el estado de derecho en todo el territorio nacional no es solo función del gobierno nacional (que aún no lo hace). Nosotros, como habitantes de este del suelo argentino y a 40 años de democracia recuperada, no podemos tolerar que ciertos candidatos "iluminados por sombras", como Cornejo y Morales, implementen políticas antipopulares y avancen con ideas retrógradas como pretender una autonomía provincial, de nuevo estilo feudal, con represión, exclusión y desconocimiento de nuestras culturas originarias.
Las injusticias que nos quedan solo serán derrotadas por la conciencia, la solidaridad y la lucha. Nuevas subversiones serán necesarias para el beneficio popular y el " buen vivir" como alternativa al inhumano sistema neoliberal.
Juanca Carrizo
FORO PENSAR HORIZONTES, MZA 17/07/2023
FORO PENSAR HORIZONTES, MZA 17/07/2023