Esta es la versión oficial y
oficialista tomada por el Poder de Injusticia para imputar a nuestra compañera.
El jueves
próximo 6 de julio será la audiencia judicial para sobreseer o llevar a juicio
a Nora Moyano, integrante de la Asamblea de Las Heras por el Agua pura y
compañera del Foro Pensar Horizontes, acusada de “privación ilegal de la
libertad” de los legisladores el 17 de diciembre de 2019, cuando sancionaron
una derogación de la Ley provincial 7722 para permitir el uso de sustancias
químicas como el cianuro en la explotación minera. Afuera de la Legislatura, vallada
y rodeada de fuerzas policiales, una movilización histórica de
ciudadanos reclamaba lo que por derecho pertenece a todos los mendocinos:
el cuidado del agua, nuestro bien más preciado. Nora Moyano fue una entre los
miles que ejercimos el derecho de protesta.
La
audiencia del jueves 6 de julio es posible porque arranca del principio del
Código contravencional o "ley de convivencia" de Mendoza ideado para
evitar y reprimir la protesta social, aunque la misma fuera para defender
derechos adquiridos, como el derecho al agua y a la vida, sin contaminación.
Ese código fue impulsado en 2018 por el ex gobernador Cornejo, el mismo que proclamó
el deseo de autonomizar Mendoza y separarla del país, el mismo que mediante
nominaciones a dedo se aseguró el control del Poder Judicial (Consejo de la
Magistratura, Jury de Enjuiciamiento a los magistrados, Procurador de la Corte)
y de los organismos de control independiente (Tribunal de Cuentas de la
Provincia, Contador General de la Provincia, Defensa Pública, Procurador de
Personas Privadas de Libertad), desmantelando también la Comisión
Provincial de Prevención de la Tortura, logrando en suma una inédita
concentración de poder en la provincia, que subsiste hasta hoy bajo el mandato
de Rodolfo Suárez.
Y debemos
preguntarnos por qué, de los cuatro manifestantes acusados aquel 17 de
diciembre, es a Nora Moyano a la que hoy se intenta procesar. Nora, luchadora
mendocina infatigable y fundamentalmente mujer. ¿Qué lleva al poder patriarcal
de Cornejo y de Suárez a ensañarse con una mujer de 70 años que protestaba
en medio de la pueblada por el agua de Mendoza?
Lo que
sucede con Nora en Mendoza, está pasando también con el pueblo jujeño reprimido
por luchar en defensa de sus derechos, aunque allá es por las tierras de
pueblos originarios y los salarios docentes. Y hay otra similitud: acá se
inventó la legislación para reprimir bajo la gobernación de un radical
(Cornejo); en Jujuy, otro radical, el gobernador Morales, súbdito del patrón de
estancia Blaquier (acusado de genocidio durante la última dictadura), lleva
adelante la usurpación de tierras a los pueblos originarios para garantizar sus
negocios espurios con el litio, en simultáneo con la brutal represión a ellos y
a los trabajadores docentes de la provincia y para lograrlo, hace una reforma
constitucional a gusto del poder económico y con el apoyo del peronismo local.
No es casual la defensa que hace Juntos por el Cambio del mismo Morales,
flamante precandidato a vicepresidente de Rodríguez Larreta. ¡Qué lejos
quedaron los ideales populares del viejo radicalismo de Yrigoyen, Alem, Illia y
Alfonsín! Sobre ellos y contra ellos avanza la derecha argentina, con prácticas
sociales fascistas.
Las
riquezas de la tierra deberían beneficiar a los pueblos que viven en armonía
con ella y jamás ser objeto de usurpación y enriquecimiento de las arcas de los
poderosos de siempre, a quienes nada importan las carencias que sufren sus
habitantes, como la falta de comida, de agua y de territorio para su desarrollo
autosustentable. Cinco siglos atrás, fue el coloniaje español que a sangre y
fuego impuso su política de despojo y entrega de las riquezas del suelo a
centros de poder europeos. Hoy, los sectores de derecha alineados con el
imperialismo de turno –el de los Estados Unidos con la descarada intromisión de
su Embajada-, disfrazados de demócratas, pretenden hacer lo mismo con los
recursos del petróleo, litio, hidrógeno verde, el agua, para lograr el mismo
resultado: hambre, postergación y desintegro de nuestro pueblo y su cultura.
Para evitar
ese camino de humillación y entrega, para impedir que el reclamo popular se
tome como delito, NO permitamos que judicialicen a Nora Moyano. La audiencia
que define la condición de Nora este próximo jueves, debe tener un único
resultado: SOBRESEIMIENTO y ANULACIÓN
de las imputaciones contra ella, porque simplemente defendió el derecho al agua
pura y a la vida misma.
Sancionemos
a estos dirigentes en las próximas elecciones. EL AGUA NO SE NEGOCIA Y NUESTRA
LUCHA TAMPOCO.
Foro Pensar Horizontes, Mendoza 03/07/2023